Las luces artificiales extinguen las luciérnagas que alguna vez guiaron los sueños y la esperanza de las comunidades. Pablo descubre que la pérdida de estos pequeños seres no es solo un fenómeno ambiental, sino un reflejo del desequilibrio que hemos creado, lo que lo lleva a toma acción. A través de la conciencia, el cambio de hábitos y el respeto por la oscuridad natural, el video nos invita a restaurar la armonía entre la humanidad y la naturaleza, recordándonos que cada ser, por pequeño que parezca, ilumina el tejido de lavida.